lunes, 2 de mayo de 2016

anciana María Santiesteban Portuondo marginada por la dictadura castrista .

anciana María Santiesteban Portuondo marginada por la dictadura castrista .
María Santiesteban Portuondo es una mujer próxima a las siete décadas de vida. Esta cubana apenas ha conocido la comodidad material de un hogar normal y su existencia está marcada por una cadena de penurias interminables que la han condenado a vivir en condiciones infrahumanas en el barrio capitalino del Vedado.
Desde muy joven esta santiaguera de nacimiento ha conocido la indiferencia y la represión hacia su persona. En el ya lejano año de 1969 fue víctima de una “depuración política-ideológica” que le impidió estudiar la carrera de Medicina en la Universidad de Oriente debido a su “apatía hacia las masas”. Por otro lado lleva más de veinte años tratando de hacerse dueña del pequeñísimo espacio donde ha vivido por más de treinta años, pero le ha sido imposible hasta el momento.
Sin embargo, María nunca ha perdido la sonrisa y la tranquilidad espiritual. Si ha decidido recurrir a la prensa independiente es porque está convencida que el Estado cubano ha decidido desentenderse de su situación y con esa actitud viola de manera flagrante todos sus derechos.
Su tragedia mayor comienza cuando la precaria vivienda en donde todavía reside, situada en la calle 26 entre 13 y 15, se derrumba casi de manera total en 1984. Al ocurrir tan lamentable acontecimiento ya llevaba seis años viviendo allí con su esposo. Cuando este fallece en 1989, el cuñado de María —quien aparece registrado como propietario del inmueble— trata a toda costa de sacarla del lugar y ella es declarada por las autoridades de la Vivienda como ‘ocupante indeseable’.
Tiempo después, en 1992, el cuñado de María, en contubernio con un policía de la Brigada Especial nombrado René Perera Lavoy, intentan sacarla de la vivienda acusándola de poseer de manera ilegal unas piezas de madera de las cuales —según María— ellos deseaban apoderarse. Ella hace la denuncia en Fiscalía Militar y como posee pruebas del mal proceder de este policía al que acusa de ladrón la Fiscalía decide cerrar el caso y le prohíben a este señor hacer presencia nuevamente por esa zona.
Pero el cuñado de esta valiente mujer nunca logra sacarla de allí y, al año de este fallecer en el 2001, se aparece otro hombre diciéndole a Santiesteban Portuondo que era el heredero testamentario de la vivienda y que ella debía marcharse de allí. Debido a las influencias en la Dirección Municipal de la Vivienda de este señor nombrado Ángel Duran Lores, logra cambiar la condición legal de María de ‘ocupante indeseable’ a ‘ocupante ilegal’ para tratar de desalojarla con la anuencia de las autoridades.
Cuenta esta mujer de tez negra que una funcionaria de la Vivienda le avisó un día antes que iba a ser “extraída” y muchos de sus amigos y compañeros no se lo querían creer porque “la Revolución no permite desalojos”.
El desalojo comenzó a ejecutarse el 16 de julio de 2004, pero la oportuna llamada de un periodista oficial a Vivienda Municipal y el repudio de vecinos y amigos lograron que esta decisión fuera revocada, la cual fue comunicada a María de manera verbal.
El pequeño cuartucho donde vive fue declarado por Salud Pública como inhabitable ya que no reúne las mínimas condiciones de salubridad debido a la ausencia de agua potable, ser un espacio en extremo reducido y carecer de baño.
“Desde el 2010 me decretan que puedo vivir en este lugar en estado de gratuidad, pero eso no es nada, es como vivir en el aire, porque no soy dueña y por lo tanto no tengo derecho a un subsidio ni a una licencia de construcción. Este cuarto está en inminente peligro de derrumbe y ellos lo saben. Tampoco poseo recursos para poder mejorar las pésimas condiciones en que vivo”, señala María.
“Llevo años reclamando y escribiendo a todas las instancias posibles, exponiéndoles mi situación tan delicada, he hecho varias cartas a Fidel y Raúl Castro. Nada. Ninguna respuesta”. En una de sus cartas de reclamación ante las autoridades la anciana con una mezcla de indignación y angustia se pregunta: ¿Qué ha sido de mis derechos humanos? ¿Quién me los ha respetado?
Al preguntarle por qué decide contar su caso a la prensa independiente no vacila en responder: “Antes entendía que la desvergüenza política de este gobierno no era tan grande, pero me he percatado que no les interesa nada ni nadie, por eso he decidido hacer público mi calvario para que se conozca la realidad de nuestro país. Este es un pueblo dormido, lleno de miedos y que ha aprendido a agachar la cabeza y eso debe cambiar sino será imposible que la sociedad cambie. A estas alturas solo confío en Dios para poder vivir en paz los años que me quedan.”
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/y-mis-derechos-quien-los-ha-respetado/

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