El cardenal oficialista Jaime Ortega ofrece su última misa.
El cardenal Jaime Ortega se despidió este sábado de su cargo como Arzobispo de La Habana con una multitudinaria misa en la Catedral capitalina, donde se leyó un mensaje del papa Francisco en el que el pontífice elogia la labor del prelado cubano en favor del diálogo y la reconciliación en la Isla.
“Aún en tiempos delicados no ha escatimado esfuerzos para fomentar la reconciliación en el seno de la sociedad cubana y para abrir caminos de diálogo entre Cuba y otros países”, dice el papa Francisco del cardenal Ortega, al que define como “un amigo muy querido”.
El mensaje del pontífice resaltó también la labor de Ortega en favor del acercamiento entre Cuba y el Vaticano, que ha fructificado en las visitas a la isla de los tres últimos papas: Juan Pablo II en 1998; Benedicto XVI en 2012 y el propio Francisco en 2015.
A finales de abril, el Papa aceptó el retiro de Jaime Ortega como arzobispo de La Habana por sobrepasar la edad de 75 años tal y como establece el Código de Derecho Canónico, y en su lugar nombró a monseñor Juan de la Caridad García, hasta ahora arzobispo de Camagüey.
Después de más de tres décadas y media al frente del Arzobispado habanero y próximo a cumplir 80 años, el cardenal Ortega pidió hoy a los fieles y religiosos congregados en la Catedral que no sientan este momento como una despedida, pues seguirá sirviendo a la Iglesia, ya que los obispos y los sacerdotes “no se retiran nunca”.
“Permanezco cercano, me quedo entre ustedes”, dijo el cardenal.
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